Entre los innumerables defectos que dan forma a mi persona, hay uno que se hace presente en escasísimas ocasiones: la envidia. Debo confesar entonces: siento envidia por aquellos visionarios que fundaron “Los Martes”.
Recuerdo aquellos fines de semana de 1990 cuando, entre partido y partido en la cancha de básquet (actual “Decadente”), sentados en la vieja tribuna de cemento, el Negro, Yiyo, Nestum, el Pato, el Caroi y otros (disculpen que no los nombre a todos) comentaban cómo se habían cagado de risa el martes anterior, lo que habían cocinado, los planes, etc.; y mientras yo los miraba como el Gollum al Anillo, a los hijos de puta ni se les ocurría invitarme. Pero todo llega y un glorioso día (martes) fui digno de sentarme a la selecta mesa.
Me transpiraban las manos al tocar la puerta de la casa de Nestum y, si mal no recuerdo, se me escapó un sonoro flato apenas me senté, la descarga adrenérgica, que me producía tan magna ocasión, había superado la continencia esfinteriana. Sería redundar en la obviedad detallar lo bien que la pasé y lo que me cagué de risa.
Al cabo de algunos martes fui nombrado, casi con la misma dignidad con la que la Reina nombra a los Caballeros, miembro permanente de tan privilegiado grupo. Después de la cena, el Negro Julián pidió la palabra y, dirigiéndose a mí, dijo: -A partir de hoy no sos más un invitado, decidimos (pido que reflexionen en esta palabra y vean en ella la comunión del grupo) que ya sos uno más de nosotros, así que antes del tute ponete a lavar los platos. (Vale decir que la misma dignidad se hizo presente el día en que le metimos una patada en el orto al Moneda).
Orden, había OR-DEN, espíritu de grupo y colaboración. Cuando mis compañeros de facultad me veían llegar hecho flecos los miércoles, yo, orgulloso, les hablaba de lo que habíamos comido, chupado, lo que nos habíamos cagábamos de risa con mis amigos la noche anterior, pero lo que más los sorprendía de mi relato era cuando les contaba que había uno o dos encargados de cada cosa, que nunca faltaba nada, que se planeaban cosas aún mayores. Al día de hoy, después de tantos años, cuando me encuentro con algunos de mis ex compañeros me preguntan si todavía me junto a comer los martes. Es de comprender, esas reuniones eran legendarias. Aquí me voy a detener un segundo para marcar la diferencia entre, “rito”, “tradición” y “LEYENDA”: -Rito es una costumbre o ceremonia. –Tradición es una costumbre conservada a lo largo del tiempo o trasmitida de padres a hijos. –Leyenda es un relato con una cierta proporción de elementos imaginarios y que, en ocasiones, tiene fundamentos en la realidad. (No Palete, lo que vos contás son lisas y llanas mentiras). ¡Cómo no van a tener elementos imaginativos nuestras reuniones?
Entonces digo: yo quiero pertenecer al legendario grupo de los martes y no ir “a la tradicional cena de los martes por la noche”, esto último me suena a velada de viejo puto.
Y con lo anterior digo basta con “tanto gre-gre para decir Gregorio”, el que no se da cuenta de lo que les quiero significar es porque es retardado o se hace el pelotudo. Lo del martes pasado superó con creces la vergüenza que es que cada uno se tenga que llevar los cubiertos (y ni siquiera eso hacen), ni hablar del día en que se comió el chancho de parado. Ver que cada uno se prepare dos hojas de rúcula en el plato no es surrealista ni post moderno, es post punk y ultra grunge. Parecemos (¡si, me incluyo!) unos crotos, vagos y mugrientos.
Sin embargo no es por ninguna de estas cosas que estamos tocando fondo, cavando el fondo para estar más abajo, hay calentura y nadie se anima a decirlo. Hay calentura porque este hace poco y lo hace mal, aquel otro no hace una mierda y entonces: ¿porque voy a quedarme como un boludo?, etc.
Creo, humildemente, que tenemos que sacarnos las caretas y decir las cosas de frente, es por eso que voy a empezar:
Me rompe soberanamente las pelotas que estén hasta las diez de la noche jugando a la pelota y cuando llegan empiecen a criticar si el asado está así o asá, que cómo que todavía no está la comida, etc. Se sientan a la mesa como si fuera un restaurant, morfan y después se levantan y se las toman, he dicho. Al que le quepa el sayo, que se lo ponga. No creo que toda la culpa la tenga el fútbol, tampoco es algo para reprochar, tal vez ya las prioridades sean otras.
Creo que esta situación de mierda se puede solucionar con honestidad y un poco de voluntad: honestidad para decirse las cosas en la cara y poder aguantar la crítica de un amigo; voluntad para repartir las tareas.
Los invito a que cada uno sea serio y honesto en los comentarios.
lunes, 10 de marzo de 2008
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10 comentarios:
A mi me parece que es un tiro por elevacion. El Rulo quiere ser presidente y desvancar a mi padrino. Debe ser una movida de prensa (espero Guigo que no seas complice).
Usemos el Blog para cosas serias!!!
Palete, no quedes como un pelotudo y lee hasta el final. Eso incluye la última oración.
PD: Desbancar deriva de Banca.
Yo Ofresco un cambio de sede, y que vengan los que quieren estar en la vieja reunion de los martes, el CVR y mi cacillero siempre estaran disponibles para estos fines.
Estoy en un todo de acuerdo con Rulo.
Saludos desde Riu
Nicky.
A mi me da la impresión...por lo menos desde que yo estoy viniendo a la peña...que esto es LO MISMO DE SIEMPRE...pero ahora agregado por la tardanza que implica el caletero. Me ha tocado vivir varias discusiones sobre las actividades dentro del grupo. Simplemente hay que ponerse riguroso...repartir actividades y listo...los que jugamos el caletero deberiamos lavar los platos y hacer la ensalada...por ejemplo
yO TOCO DE AFUERA, PERO NO QUERÍA DEJAR DE OPINAR PORQUE NO HABÍA LEÍDO EN NUESTROS DIFERENTES BLOGS OPINIÓN TEN CENTRADA.
rULO QUERIDO TU SNSATEZ ME CAYÓ MUY BIEN Y TE APOYO EN TODO, ME PARECE QUE UN GRUPO PARA SER TAL DEBE FUNCIONAR COMO VOS DECÍS SIN QUE NADIE SE CALIENTE Y OFENDA Y QUE SE REPARTAN LAS TAREAS. EL QUE JUEGA AL FÚTBOL Y SE ENOJA POR LO QUE DECÍS NO DEBE SENTIR EL FÚTBOL COMO ES,Y SI NO QUE VAYAN ALGNA VEZ AUN BUEN CAMPAMENTO PARA VER COMO SE HACE.
DE NUEVO TODO MI APOYO Y PARA LOS OTROS COMENTARIOS: SIN COMENTARIOS.
ramiro
Un par de comentarios primero , recordas al puto ese de nestum en tu relato de la historia de los martes , no esque quiera estar pero acordate de algun otro eramos varios y no de ese que entre otras cosas nos vendio la farsa de arturo.Segundo con lo del fobal es verdad pero hay que comer a una hora que se pacte y a la bosta el que no esta se jode y listo que tanto lio ! ( no hay que esperar a coequipers )Y para el terminar lo de los platos es por que estamos comiendo en lo del gancho que no hay casillero , pero con semejante paisaje que disfrutamos todas las noches llevense los cubiertos !
Si es por el caletero no se hagan problema...la canchita de la caleta tiene los dias contados...el otro dia mientras pateabamos esperando jugar...aparecieron dos oligarcas de la comision caleta y miraban la cancha imaginandose la evidente "Extensión" de la actual caleta...en poco tiempo en vez de cesped vamos a encontrar veleros..
Muchachos, no los puedo dejar solos que ya la tienen que cagar. En mi época, jamás faltó hielo...
Yo sé que figuro último en la lista de los integrantes, pero no hace falta antigüedad para tener sentido común. Adhiero totalmente con la filosofía que reviste la crítica de Rulo. Lo que se comparte se reparte. Si repartimos las simples obligaciones de forma, que posee toda reunión de amigos (asado de por medio), vamos a poder disfrutar de la felicidad de una noche para privilegiados como es la que nos convoca. Cuenten conmigo para cualquier tipo de colaboración (en igualdad de condiciones con el resto)
Mosca
Primero debo sugerirles que no lean muy atentamente el comentario de Niky porque tiene algunas faltas horrortográficas.
Segundo, me siento orgulloso de cumplir con mi función. Podrán decir que es sencilla, que no implica esfuerzo físico, sin embargo, sí mental, después de comer y chupar. Tengo que jugar al tute y pagarle al Gancho y esperar su vuelto y registrarlo en la planilla que yo diseñé. Sólo el asador cumple una tarea más sacrificada. El que compra no tiene que hacer tanto esfuerzo, no?. Espero no les caiga mal esta suerte de defensa que parece un sálvese quien pueda. Pasa que lo he escuchado reiteradas veces en boca de los que hacen poco o nada, cuando resurge el tema de las funciones. El martes a la tarde duerman la siesta, así a la noche estamos: Pila, Pila!!!.
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