lamentablemente tenemos que hacer un gran esfuerzo en comprender que un sagrado Martes prácticamente se suspenda por un partido de fútbol, cosa que jamás en nuestra vida sucedió. Si algo le faltaba a la devaluada presidencia era tomar esta medida que sólo favorece la especulación de los que no saben si pueden asistir a la peña cada semana por variadas razones personales.
Lo único que falta es que vuelvan las harinas...
A mí nadie me preguntó si podía hacer el asado... me ofrezco, no es ninguna ciencia. Pero claro, a esta altura del partido resulta difícil organizarlo:
1) El presi tiene en su baúl el cajón con los cubiertos.
2) Varios integrantes -acostumbrados a usar el snorkel- desaparecieron.
3) La cantidad de alienados que va a ir a la cancha también atenta contra la organización.
Parece que hubiera un Ogro que está asustando la gente, incluso a los integrantes de nuestra peña...
martes, 8 de septiembre de 2009
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